Desde hace meses siento que voy subida en un vehículo rápido que no puedo controlar. Parte de lo que me está haciendo sentir en «descontrol» es que estoy comenzando a sentir signos de perimenopausia. ¡Y de nuevo me ha sobrevenido sin haberme parado a pensar o informarme de ello!
No es la primera vez que vivo en esta sensación; dos de las veces que me he sentido así fueron durante mis dos embarazos. Y al igual que en esos procesos, lo estoy viviendo con alegría, expectación, y tratando de equilibrar mi necesidad de abarcarlo todo. Ahora para sentirme segura practico el confiar en que todo va cómo debe.
Es curioso como nuestros procesos biológicos, sexuales, naturales, en general, y en mi generación, son un misterio para nosotras mismas. Sin embargo estamos tan informadas sobre otras cuestiones banales (el interminable mundo del funcionamiento de las redes sociales, por ejemplo) ¿Cómo puede ser que muchas no hemos tenido el lugar, el espacio, el aprendizaje, para conocernos a nosotras mismas, a nuestros cuerpos, nuestros ciclos, nuestros procesos?
Porque no sé a vosotras, pero a mí nadie me explicó cómo funcionaban mis ciclos menstruales. Tampoco nadie me habló de la capacidad de generarme placer a través del sexo (en soledad o compartido). Por supuesto el clítoris lo conocí ya de bien adulta, y hasta hace nada sabía más bien poco de él. Descubrir el embarazo, parto y posparto en toda su grandiosidad cambió mi vida, como ya sabéis.
Así que llegar a este punto de mi vida y darme que cuenta que me ha pasado otra vez… Por un lado, me da rabia, pero por otro, el aprendizaje del camino me lleva a saber que en realidad puedo vivir esto con curiosidad, dejándome sentir y confiando en mi cuerpo; buscando eliminar los mitos que pueden haberme transmitido a través de informarme o incluso acompañarme de mujeres que puedan aportarme lo que necesito para mi nueva fase.
La guía que entrego a las mujeres con las que trabajo el Plan de Puerperio, comienza con estos dos párrafos, que bien podrían extrapolarse a otros procesos naturales de nuestras vidas:
“El posparto inmediato es un momento lleno de emociones muy intensas.
Como en una montaña rusa, puedes vivirlo con miedo, con los ojos cerrados y los dientes apretados, sin saber si vienen curvas o si aumenta de velocidad. O puedes elegir, desde el haber revisado previamente las partes más importantes de esta atracción, vivirla soltando las manos, gritando, despeinándote y buscando disfrutar el viaje.
Saber que ese subibaja emocional es normal, que puedes permitirte equivocarte puesto que es la manera de encontrar tu propia forma de hacer y aprender, que siempre puedes pedir ayuda si lo necesitas y que tú eres quien dirige tu camino, te ayudará a iniciarte en este nuevo rol desde el gozo.”
¿Te identificas con este camino que relato?
Isa, me ha encantado (como siempre que te leo) tu forma de escribir. Y qué irónico como tú dices que nos empleemos más tiempo en conocer el funcionamiento de las redes sociales que nuestra propia fisiología.
Deseando seguir leyéndote por aquí.
Gracias Lorena. Dedicamos mucho tiempo a cosas «hacia afuera» y poco a mirar «hacia adentro».