¿Cómo voy a ir segura de mí misma y de mi cuerpo al parto? ¿Cómo conseguir ese empoderamiento gestacional?

Si desde que me quedé embarazada, o incluso desde antes si he tenido alguna dificultad, he estado supeditada a que alguien externo me diga que el proceso es normal.

 

Si en lugar de sentirme, mirarme, tocarme, he puesto mi confianza en los ojos de esa persona con la bata blanca, suponiendo que es quien tiene la información sobre si mi sangre, mis músculos, mi volumen, mi peso, es o no es el adecuado.

 

Si cada vez que acudo a una revisión se me hace un nudo en el estómago cómo si me presentase a los exámenes fin de carrera, y no pocas veces salgo con un simple aprobado por una cosa o por otra.

 

Entre cita y cita me doy cuenta que soy una Diosa, creadora de vida. Percibo la naturaleza en mí, siento las células hacer su función y me crezco en ese poder que poseo como creadora de vida.

 

No puedo entender como allí me apago, me hago tan pequeña… tanto que se me olvida lo que quería consultar… tanto que apenas puedo sentir la alegría de escuchar ese corazoncico, que parece el galope de un caballo, porque una niebla espesa ocupa mi mente.

 

En el mundo del homeschooling se habla de que, a las criaturas en general, en el colegio les dicen qué hacer, cuándo y cómo. Incluso necesitan permiso para ir a orinar o comer. Es decir, son entrenadas para obedecer órdenes. Sin embargo, cuando se hacen adultas se espera que tengan iniciativa, creatividad, incluso emprendan… sin haberlas dejado explorar, practicar, equivocarse en esas capacidades que traían innatas pero que pueden haberse atrofiado.

 

El poder y el control que damos al personal sanitario sobre nuestros cuerpos y procesos, aun en situaciones de salud, por encima de nuestros deseos y necesidades sentidas, nos está dejando sin la capacidad de creer en nosotras mismas, ni de comunicarnos con las profesionales con asertividad.

 

Así que yo decido no someterme, decido mirar a esa matrona, a esa ginecóloga, a esa fisioterapeuta, a esa pediatra, a esa enfermera, como alguien que está aquí para informarme y ayudarme, pero consciente que quien decide y sabe sobre mí y sobre mi criatura soy yo.

 

Están aquí para mí, y no al revés. Y cuando no sea así, pondré el límite porque ya no más.

Por mí y por todas las que vendrán.

 

Si quieres ver cómo podemos trabajar la comunicación asertiva, toma de decisiones, sostén de los límites y ejercicio de tus derechos para lograr ser la dueña de tu proceso, entra en el apartado Empoderamiento Gestacional de mi web o escríbeme y lo hablamos con calma. 

 

Foto maravillosa realizada por mi amiga, la fotógrafa murciana Marta Ahijado, a mi amiga y primera clienta Irene Núñez.